Posibilidades.
Hay quienes dicen que el café y la literatura van de la mano, yo diría que el café y los libros son maravillosos sin importar si van juntos o por separado. He elegido una pequeña mesa de la terraza cuya vista da directo a la fuente principal del parque. Me gustan los jardines y parques, ellos son de los pocos espacios públicos que dan un respiro a la ciudad y son refugio de todo tipo de personajes. Las librerías con cafetería también son sitios que vibran entre el silencio y las charlas discretas. Me despojo de los guantes y pongo el móvil en silencio. Poco después, Fran camina hacia la mesa y toma asiento frente a mí. Tiene la barba bien cuidada y lleva un suéter de lana gris con cuello alto que bien podría pertenecer a cualquier época por ser de corte clásico. Me gusta que Fran mira directamente cuando habla. Las arrugas de sus ojos me parecen más profundas, signo inequívoco de lo mucho que le gusta sonreír. Tenemos una peque...