Soles.
En mi habitación se queda mi piel, mi sexo, mi cabello despeinado y todo lo material perteneciente a mi cuerpo.
Me aferro a cada uno de mis sentidos, decido tomar mi alma y recorrer más de siete mil millas hasta encontrarte en un futuro que parece prodigioso.
Deseo no extraviar el camino mientras mi mente edifica días que ya no parecen lejanos.
Mi alma siente, mi alma piensa.
El sueño pertenece al soñador. Su esencia, su lógica y su naturaleza van ligadas a la persona que sueña.
La intimidad de los mundos oníricos no puede ser compartida, pero aún así decido soñar.
Ojalá supiera de qué material está hecho lo que sueño. Ojalá pudiera traerte a ellos.
Mi alma deambula, mi alma sueña. Ella se imagina que es un gorrión que se posa cerca de una fuente que lo refresca.
El instinto que guarda mi alma sigue la ruta que acortará las millas que faltan.
El gorrión retomará sus fuerzas. Respira y descansa mientras el calor de 365 soles seca sus alas.
Texto: Kena Rosas.
©Todos los derechos reservados.
Lindo! Eu gosto dessa tua energia que se desprende para visitar as almas de outros lugares, e levar tua poesia para tantos de nós, que se deliciam nesses versos.
ResponderEliminarUm grande abraço e feliz semana!
Obrigado pelas suas amáveis palavras!
EliminarGrande beijo. 💋
Que bello leerte Kena, cuánta sensibilidad en tus palabras, cuánta poesía...
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