Días silenciosos.

    No he tenido éxito al intentar separar a mi corazón del sitio en el que desea estar.    La lógica y el instinto vibran junto a la intuición que me pide alejarme.   Podría parecer que aún tengo tiempo para rectificar mis pasos, pero el corazón sabe que en algún lugar quedó perdida mi cordura. Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reservados.

    Sacar la mente de las nubes y aterrizar los pensamientos.   Prestar atención a mis pasos para evitar los caminos sembrados de minas.   Observar con atención los pequeños detalles que guardan secretos.   Escuchar mi intuición en los latidos que no mienten.   Sentir la tibieza de la piel amada hallada en lo fortuito.    Respirar con calma ante lo que carece explicación.   Confiar en el camino. Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reservados.

    En la primera noche de otoño la temperatura ha bajado. Es tiempo de té de canela y pan de naranja con cardamomo.   Las hojas aún tardarán en caer, pero voy disfrutando de esta estación que poco a poco irá tomando posesión de los días.   Por la mañana reí como hacía tiempo no lo hacía, corrí escondiéndome de Molly que ladraba y también corría en libertad. La claridad del cielo solamente estaba acompañando por algunas nubes que ya no traen tormentas.   El viento ha mecido los árboles desde muy temprano y me maravillé al escuchar el sonido de unos polluelos de gorrión llamando a sus padres desde el nido.   La naturaleza habla, se expresa en cada momento entre lo asombroso de su viveza.   Aquí, de noche, recuerdo que hace unos días celebré el primer año del inicio de este blog.   La labor de escribir (contar anécdotas, imaginar y revelar pensamientos guardados en voz baja), me ha permitido una apertura sincera a lo que soy y me conforma.   A ...

    Después de navegar por aguas turbulentas he encontrado un remanso de paz en el que acuno mis sueños.   Retomaré mi destino alejando todo miedo. Aceptaré las dudas y enfrentaré las aguas tranquilas con la misma esperanza con que lucharé contra las aguas revueltas.   Navegaré en plenitud y confiaré en mi espíritu que guía, que es brújula y luz.   Mientras retomo mi camino, descansaré esta noche y respiraré la calma de este lugar que me protege de las tormentas. Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reservados.

       Caerá una tormenta para lavar el rastro de tu historia.   Poco a poco se desteñirán las palabras y tu nombre se borrará al igual que tu presencia.    Perderé la memoria en alguna parte del diluvio como única cura para mi tristeza. Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reservados.

    En Turquía me sentí una verdadera extranjera. A diferencia de otros países visitados, me enajenó el movimiento, sus calles y el idioma tan desconocido por mí.    La grandeza de esa otra cultura me invadió.   Adnan notó de inmediato mi desconcierto. En todo el viaje había sido muy paciente conmigo, explicándome lo mejor que podía sobre los lugares y su historia.   Él no solamente era mi único contacto y guía, para mí era el puente entre "mi mundo" y toda la región de los Balcanes. Admiraba su conocimiento atesorado y la solemnidad en sus actos.   Yo, proveniente de una ciudad de caos y con el gran defecto de vivir aprisa, me maravilló el ritmo de Trebisonda.   Ahí, en ese lugar ajeno, disfruté, bebí té y llené mi vista con la naturaleza. Respiré profundamente y llené mis pulmones de ese aire colmado de historia.   Ante ese paisaje sublime no pude más que sentirme conmovida ante su belleza.  Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reser...

    Soy sentimental. Mi corazón late y vuela.   Soy pasional, no he sido ni seré una línea recta.    Soy todo aquello que íntimamente has deseado.   Te llamo, te hundo en mi tibieza.   Nuestras miradas parecen estar a medias. Las palabras se vuelven murmullos con cada respiración.   Mi cuerpo se amolda, actúo sin pensar.   Soy sensaciones y sentimientos, corazón antes que razón.   Soy movimiento y cauce.   Soy río de hilos delgados. Soy influjo y humedad.   Me contradigo entre la dulzura y los impulsos.   Me pierdo contigo y en los latidos.   Soy instinto. Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reservados.

    Los días dejaron de ser azules y se tiñieron de sol.    El reencuentro entre los amantes ocurrió.   Con la certeza de que la vida les había dado otra oportunidad cruzando sus caminos, cumplieron la promesa hecha años antes:   "Si me ves aparecer, no vuelvas a soltarme." Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reservados.

    No pretendo evitar que mis pasiones se desborden.    Probablemente este corazón que desea se rompa, pero la esperanza vive, perdiéndose y recuperándose sin saberlo.   Cada día con cada palabra voy venciendo el miedo. Resto poder al silencio y a la soledad.   Con nuestras vidas encontradas y protegiendo nuestros anhelos, te pido que tus temores se detengan.    No dejaré de confiar en lo que nos ha traído a este momento.     ¿Sabes, cariño mío, que nuestros castillos no son de arena?   La duda invade ante lo que desconocemos, pero apuesto por nuestras miradas que avanzan por un mismo camino.    Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reservados.

    Si, como dicen, el alma está dividida en siete fragmentos que pueden estar al mismo tiempo encarnados o no, ¿por qué no pensar que, a lo largo de mi paso por el mundo, puedo renacer en esta vida gracias a la acumulación de experiencias, amor y conocimiento?    He comprobado hasta qué punto los cimientos de mi alma resisten y hasta dónde son sólidas  las estructuras.    Hoy disfruto de cierta paz al saber el sitio en el que se encuentra el fragmento más importante de mi ser. Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reservados.

    Puedo escuchar a los gorriones que llegan con su canto momentos antes del alba. Me sorprende que puedan encontrar el camino en la semi oscuridad.   El otoño se acerca y con él se irá posando poco a poco el frío. Muy pronto los gorriones abandonarán la ciudad buscando un clima menos hostil.   Su instinto saldrá a flote un año más para demostrar que nuestra Madre Naturaleza es sabia, manteniendo contra todo pronóstico el equilibrio cíclico de las estaciones.   Pienso en los gorriones y en sus cuerpos diminutos que guardan fortaleza. Los más aptos se irán y volverán después del invierno, los demás buscarán cobijo en esta ciudad.   Sean de uno o de otro grupo, ambos se enfrentan a la adversidad.   Me siento pequeña frente a la voz interna de los gorriones que les va indicando el camino.   Sé que aún no es tarde para apartarme de toda la estática que no me permite escuchar con claridad.    Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reservados...

    Es una de esas noches raras que traen la promesa de días luminosos.    Estas horas transcurridas han sido para pensar, para ir más allá de las palabras y abrazar la incertidumbre y el desconcierto.     Me cuesta aceptar que no hay manera de resistirse a lo ineludible y que es terrorífico dar un paso fuera de los límites porque la mente se encarga de idear los peores escenarios.   La esperanza me tranquiliza un poco.    Con el aroma a café recién hecho comienzo a hurgar en mis recuerdo hasta encontrar un fragmento de tus ojos.   Voy aprendiendo a soñar con los pies anclados a la tierra.   Pienso, siento, vuelvo a pensar y termino sintiendo.   Deseo recibir una sonrisa cada mañana, esperar el fuego en el cielo por la tarde y murmurar palabras de amor por la noche.   No me importa la falta de certeza ni el temor acumulado pues esta noche he decidido derribar nuestras fronteras. Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos ...

  La necesidad de contar historias y escribir quizá obedece a esos años pueriles donde era sencillo escapar para vivir otras realidades, mundos fantásticos o un futuro imaginado.   Conforme se va creciendo, la imaginación se echa a un lado ante lo cotidiano de los días, la costumbre o los rituales de repetición inmersiva. No es difícil adormecer el cerebro con lo ordinario.   A veces es complicado imaginar entre ese cotidiano y los sueños que no pasan la frontera de la vigilia.   Quizá el mayor obstáculo a la imaginación es rendirse ante la idea inminente de que todo ha sido escrito.   Me miro a través de otras historias y de las vivencias de otras personas pues las emociones son universales con la salvedad de experimentarlas de una manera distinta.     Imagino y escribo dejando que las palabras vayan libres, encuentren su espacio, su voz y hablen de hechos pequeños o significativos.   He aprendido que una de las ventajas de la imaginación en...

    El verano se ha ido diluyendo con la lluvia. No fue necesario que el calor se disipara entre las aspas de un ventilador.   La lluvia como protagonista principal de las últimas semanas ha dado un sabor especial a esta estación. Bajo otras circunstancias disfrutaría de las tardes grises, pero últimamente mi mente está un poco adormecida.   Entre las ensoñaciones, me pregunto si todo el amor que siento es imaginario y dejará de serlo con un golpe de realidad.   Del amor no hay quien se proteja. No poseo la sangre fría, planes o estrategias para obtener inmunidad ante los sentimientos.    La inteligencia emocional no es un manual infalible que muestre dónde o cómo hallar el "verdadero camino". El sendero se bifurca continuamente en veredas que se extienden y conducen mi corazón al encuentro de distintas personas, situaciones y experiencias.   La única certeza que poseo es la responsabilidad de mi amor vertido en alguien más.    Texto: Ke...