Arrullo.
Disfruto de la frescura de la noche que se cuela por la ventana. Los pequeños sonidos de las cigarras irrumpen el silencio hasta formar una melodía que parece eterna.
Las horas nocturnas se me van entre esa melodía que me arrulla y entre el anhelo por desaparecer el océano entre nosotros.
Pienso en todos esos sueños en los que te he visto.
Sigo navegando y respirando nuestras palabras que van más allá de los días y de nuestros cuerpos.
Las horas siguen corriendo sin que pueda evitarlo.
Deseo que por la mañana pueda recordar los lugares en los que esta noche hemos de estar sin tocarnos.
Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reservados.
Imagen con finalidad ilustrativa, los derechos pertenecen a su respectivo autor.
Um poema belamente doloroso... e solitário. Penso que por estes tempos de tomar consciência das coisas ao nosso redor, estamos todos tão sós em nossos pensamentos. Abraço!
ResponderEliminarOi meu querido amigo.
EliminarCada dia é um ensinamento apesar da melancolia acumulada em nosso ser.
Obrigado por passar por aqui. Te mando um beijo enorme. 💋
Concretamente hoy, de frescura nocturna que se cuela, ná de ná.... 🌹
ResponderEliminar