Silencio.

 


  Ahora que te he encontrado, la vida vuelve a ser un tanto incomprensible.

  Entre el silencio y las ausencias aprendo a descifrar el frágil equilibrio entre lo deseado y lo obtenido.

  Observo, interpreto las señales ocultas en el transcurso de los días.

  Convivo con la espera mientras la esperanza sigue puesta en la claridad de nuestros augurios.


Texto: Kena Rosas.

©Todos los derechos reservados.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El segundo ciclo.

Soles.

Lo eterno.