Paciencia.

 


  Eres mucho de lo que no soy, un lado distinto, otra mirada sobre el mundo del que deseo aprender. 

  Y ante ti confieso cierto temor. En algún lugar dejé guardada mi calma y los días han sido revueltos. He sido caos, descontrol, insomnio y pensamientos al azar que no siempre me han permitido regresar con prontitud a mi centro.

  Eres un alma en eterno movimiento y, si me lo pidieras, en este momento no podría seguirte con estas alas que recién he vuelto a unir con cera.

  Necesito de mi silencio, de paciencia. 

  Mis pasos recobrarán el rumbo y mi espíritu te mostrará la pasión que oculto entre líneas.

  

Texto: Kena Rosas.

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