Paciencia.
Eres mucho de lo que no soy, un lado distinto, otra mirada sobre el mundo del que deseo aprender.
Y ante ti confieso cierto temor. En algún lugar dejé guardada mi calma y los días han sido revueltos. He sido caos, descontrol, insomnio y pensamientos al azar que no siempre me han permitido regresar con prontitud a mi centro.
Eres un alma en eterno movimiento y, si me lo pidieras, en este momento no podría seguirte con estas alas que recién he vuelto a unir con cera.
Necesito de mi silencio, de paciencia.
Mis pasos recobrarán el rumbo y mi espíritu te mostrará la pasión que oculto entre líneas.
Texto: Kena Rosas.
©Todos los derechos reservados.
Comentarios
Publicar un comentario