Caleidoscopio.

 



  Me gusta esta época del año en la que el sol se posa sobre las campanas de viento cada atardecer. Sus rayos entran por la ventana y forman patrones de luz de colores al azar. Danzan sobre las baldosas y dibujan constelaciones en las paredes. 

  La luz reflejada se convierte en un caleidoscopio que muestra toda clase de figuras caprichosas, irrepetibles y cuya belleza efímera llena la habitación de alegría.

  La magia ocurre en estas tardes de sol.



Texto y fotografía: Kena Rosas.

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