Siempre. Nunca.

 


  Me dijiste que no te irías de mi lado, que nunca me abandonarías. 

  Siempre confíe en ti.

  Hoy, sin consuelo, la muerte se lleva tus promesas y todas aquellas palabras de amor dichas en voz alta.


Texto: Kena Rosas.

©Todos los derechos reservados.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El segundo ciclo.

Soles.

Lo eterno.