Hadas y monstruos.

 


  Las personas pensaban que vivía un cuento de hadas pero, a veces, los cuentos se tornan pesadillas.

  Un día, quienes decían conocerme, no lograron diseccionar mis pensamientos ni mis actos. Como no comprendían lo que pasaba, simplemente me catalogaron como "loca".

  Mi locura fue la distancia necesaria para que él ya no me hiciera daño.

  Aislada, alejada y herida, comencé a juntar las piezas de mi ser.

  Contra todo pronóstico, sobreviví.

  Sigo aquí.



Texto: Kena Rosas.

©Todos los derechos reservados.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El segundo ciclo.

Soles.

Lo eterno.