Vigilia.

 



  Por favor léeme en voz muy baja, que mis pensamientos descansan.

  Sueño con ese mundo que nos espera, en donde el sol comienza a filtrarse por las persianas.

  Nace el día, cuidas mi sueño en tu vigilia.

  Voy llegando a ti, poco a poco. 

  Veremos el sol, viviremos la luna.

  Estaré ahí y crearemos el primero de muchos días donde las palabras serán mudas. Podré recorrerte sin prisas, sin espera, sin premura.

  Estaré ahí y el reloj, por fin, marcará la misma hora.


Texto: Kena Rosas.

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