Luciérnagas.
Voy dejando semillas, pequeñas luces como luciérnagas en campo abierto. Son guía ante el desconcierto y el asombro. Me marcan el camino de lo deseado y lo querido, de aquello pensado y esperado.
Todo, parece indicar, se resume nuevamente a una cuestión de tiempo.
El tiempo que une y acerca, que enseña a interpretar silencios.
Tiempo que inventa lenguajes.
Lenguaje de cercanía.
Lenguaje de presencia.
Lenguaje de afecto.
Lenguaje de piel.
Lenguaje de luz que es eterna.
Texto: Kena Rosas.
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