El tercer ciclo.

Después de mañanas calurosas parece que el otoño se ha adelantado pues el frío reina a pesar de los rayos del sol que caen de lleno sobre la ciudad. Hace tres años que comencé a contar un poco del silencio que encuentro en mis días y desde entonces he descubierto y aprendido más de lo que pude imaginar. En estos años he puesto voz a historias y también he escondido alegrías y tristezas entre líneas. Supongo que esto es natural en mi vida pues entre lo que declaro y lo que mantengo oculto siempre hay algún momento de inspiración. Hace tres años no buscaba más que sacar ideas anotadas en trozos de papel, pero con el tiempo logré despertar una parte de mi voz que habitaba tan profundo que era imperceptible. Mi corazón que es un gorrión cambió de aires sin pretenderlo. Él aprendió a mostrar sus pasiones sin traicionarse en el proceso e intenta confiar en su camino. Son tres años de extravíos y encuentros. Con es...