Demora.

Los gorriones han vuelto, pero en algún lugar se ha quedado rezagado mi corazón. Quizá lo único que sucede es que se está tomando su tiempo para encontrar su latido. Volveré a anidar la prosa. Traeré luz a las ideas y a los sueños que solamente sé hilar con esperanza. Cuando mi corazón regrese a su hogar lo hará fortalecido por los mil soles furiosos que han observado su camino. Él encontrará la ruta y volverá a dormir con el arrullo de las horas sin luz. Mi corazón hecho gorrión cantará sin culpas ni remordimientos, comprenderá que no es malo dudar cuando los días se tornan confusos. Todo cobrará sentido y no habrá más inquietud si se marchita la rosa antes de indicar la dirección de los vientos. Mi corazón cantará con más fuerza al abandonar el desasosiego y abrazar la claridad. Texto: Kena Rosas. ©Todos los derechos reservados. Imagen con finalidad ilustrativa, los derechos pertenecen a su respectivo autor.